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Hoy hablaremos y profundizaremos un poco en nosotros mismos ¡Sí! ¿Sabías que no somos perfectos? ¡Tenemos un montón de cosas por las cuales molestamos a los demás! Un montón de cosas por las cuales damos escusas para pelear sin darnos cuenta, viviendo en una constante disputa que parece no tener fin.
 
Por supuesto esto es algo que te confrontará y golpeará tu orgullo, pero si de verdad eres un seguidor de Jesús, entonces eso es lo que estás buscando. Esto es algo que nos leerá por dentro, así que será un estudio un poco más largo que los que venimos haciendo hasta ahora, por lo tanto, lo haremos en cuatro partes.


 

6: Ten cuidado con los temas de conversación

 

Apoyándonos en temas ya tocados y versículos ya leídos también podemos llegar a otras conclusiones. Por ejemplo, a veces nos quejamos de algunos temas de conversación que algunas personas usan con frecuencia, pero no pensamos que hacemos lo mismo. Hay temas que usamos con frecuencia, pero no somos conscientes de que herimos, molestamos o ponemos tensos a los demás al comenzar a tocarlos.
 
Tal vez el mundo siga usando temas que nos molesten, que nos hieran, que nos insulten y más, pero nosotros no somos como el mundo. Si te gusta hablar de política, fútbol, economía y demás, pero sabes que puedes iniciar una pelea con algún hermano, entonces mejor no tocar el tema cuando está él.
 
“Río desbordado es el pleito que se inicia; vale más retirarse que complicarse en él”
Proverbios 17:14
 
“Hay seis cosas, y hasta siete, que el Señor aborrece por completo: los ojos altaneros, la lengua mentirosa, las manos que asesinan a gente inocente, la mente que elabora planes perversos, los pies que corren ansiosos al mal, el testigo falso y mentiroso, y el que provoca peleas entre hermanos”
Proverbios 6:16-19
 
“Y un siervo del Señor no debe andar en peleas; al contrario, debe ser bueno con todos. Debe ser apto para enseñar; debe tener paciencia y corregir con corazón humilde a los rebeldes, esperando que Dios haga que se vuelvan a él y conozcan la verdad”
2 Timoteo 2:24-25
 
“En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente”
Proverbios 10:19 (véase también: Proverbios 12:27; 17:27; Santiago 1:26)
 
“Ser paciente es muestra de mucha inteligencia; ser impaciente es muestra de gran estupidez”
Proverbios 14:29
 
“Alejen de ustedes la amargura, las pasiones, los enojos, los gritos, los insultos y toda clase de maldad”
Efesios 4:21 (véase también: Salmos 37:8; Colosenses 3:8)
 
Esto no quiere decir que, si los demás tocan temas que puedan hacernos algún daño, nosotros debamos ser partícipes de ellos. No hablamos de amistad con el mundo y participar de sus placeres y los deseos de la carne (Santiago 4:4), sino de no crear guerras innecesarias, de obedecer la palabra de Dios y no crear discordias y motivos de ira y enojo con nuestros hermanos.
 
“¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida?”
Marcos 8:36
 
“porque nada de lo que el mundo ofrece viene del Padre, sino del mundo mismo. Y esto es lo que el mundo ofrece: los malos deseos de la naturaleza humana, el deseo de poseer lo que agrada a los ojos y el orgullo de las riquezas”
1 Juan 2:16
 
“Pues Dios ha mostrado su bondad, al ofrecer la salvación a toda la humanidad. Esa bondad de Dios nos enseña a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos, y a llevar en el tiempo presente una vida de buen juicio, rectitud y piedad”
Tito 2:11-12
 
“Pero el mundo se va acabando, con todos sus malos deseos; en cambio, el que hace la voluntad de Dios vive para siempre”
1 Juan 2:17 (véase también: Romanos 12:2)
 
“Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra”
Colosenses 3:2

 


7: Eres una molestia incluso cuando te comportas bien

 

No solo molestamos a los demás por nuestros defectos, también los molestamos por las cosas que hacemos bien. Vamos a la iglesia y no entienden por qué “desperdiciamos” nuestros días ahí, damos dinero a los pobres y les parece una “tiradera de dinero”, escuchamos música cristiana y les parece “aburrido” … En fin, no siempre podemos hacer felices a los demás.
 
Seamos misericordiosos, mansos, bondadosos, debemos ser como fue Jesús con los demás (1 Juan 2:6). No devolver mal con mal sino devolver mal con bien (Romanos 12:19-21; 1 Tesalonicenses 5:15); amar a nuestros enemigos o a aquellos que nos hacen daño tanto de manera consiente como inconsciente (Mateo 5:43-45).
 
Dios será quien juzgue con justicia (Romanos 12:19). El mundo no va a entender por qué hacemos lo que hacemos, pero debemos tener paciencia orar por ellos y amarlos (Lucas 6:27; Mateo 5:43-48). Porque no saben lo que hacen, no conocen a Dios, o algunos a penas lo están conociendo, debemos estar dispuestos a perdonarlos (Mateo 18:21-35).
 


“Si ustedes aman solamente a quienes los aman a ustedes, ¿qué hacen de extraordinario? Hasta los pecadores se portan así. 33 Y si hacen bien solamente a quienes les hacen bien a ustedes, ¿qué tiene eso de extraordinario? También los pecadores se portan así. 34 Y si dan prestado sólo a aquellos de quienes piensan recibir algo, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores se prestan unos a otros, esperando recibir unos de otros”
Lucas 6:32-34 (Véase también: Lucas 6.33)
 
“Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios, y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios”
1 Juan 3:1
 
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”
2 Corintios 12:9-10


 
Alguna vez, años atrás, fuimos niños. Cuestionamos las acciones de los adultos y no las comprendimos, y como niños desobedientes y tercos nos revelamos; pues ellos son así, por ello debemos tenerles paciencia y tratarlos con amor, pues no saben lo que hacen y necesitan que Dios les abra los ojos (Lucas 23:34).
 

“Si el mundo los odia a ustedes, sepan que a mí me odió primero”
Juan 15:18
 
“Que nadie se engañe: si alguno de ustedes se cree sabio según la sabiduría de este mundo, vuélvase como un ignorante, para así llegar a ser verdaderamente sabio”
1 Corintios 3:18
 
“De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras”
Romanos 8:26
 
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
Filipenses 4:13 (véase también: Mateo 11:28)
 
“Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.”
Salmos 73:26 (Véase también: Isaías 40:29; 1 Pedro 5:7)

 
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“Les digo todo esto
para que encuentren paz
en su unión conmigo.
En el mundo,
ustedes habrán de sufrir;
pero tengan valor:
yo he vencido al mundo”
Juan 16:33
 
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Muchas bendiciones, esperamos que les haya sido de ayuda y hayamos respondido sus dudas, y si creamos nuevas qué bendición, ya que esperamos poder seguir respondiendo muchas otras preguntas. ¡Dios los bendiga!


 
Por: "Jessica, hija de Dios"

Hoy hablaremos y profundizaremos un poco en nosotros mismos ¡Sí! ¿Sabías que no somos perfectos? ¡Tenemos un montón de cosas por las cuales ...


Hoy vamos a hablar de un tema muy controversial hoy en día, pero ya sabemos que en este blog no tenemos miedo de tocar temas controversiales, siempre en cuando podamos aprovecharlos para edificar a la iglesia de Dios, es decir los hijos de Dios, quienes le siguen y creen que Jesús es su salvador. Te pregunto, ¿está bien que adoremos estatuas e imágenes? Veamos qué dice la biblia.


✟ A Dios no le gusta la idolatría ✟


Sabemos que en el mundo siempre hubo adoradores de dioses paganos y no se nos hace difícil decir que quien adora a Poseidón está cometiendo un pecado, específicamente ubicado en Levítico 26:1 y Éxodo 20:3-6:

“No os haréis ídolos, ni os levantareis imagen tallada ni pilares sagrados, ni pondréis en vuestra tierra piedra grabada para inclinaros ante ella; porque yo soy el Señor vuestro Dios”
Levítico 26:1

“No tendrás otros dioses delante de mí. No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No los adorarás ni los servirás; porque yo Soy el Señor tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”
Éxodo 20:3-6

Más a veces a algunos les cuesta un poco más darse cuenta de su pecado y del de los de su alrededor cuando la imagen y el ídolo no es Poseidón ni una cabra, sino “Dios”, “Jesús”, “María”, “Los apóstoles”, etc.

Sabemos que Satanás es el padre de la mentira (Juan 8:44), por eso no nos debería extrañar esta gran mentira con la que ha engañado a muchos hijos de Dios, quienes hoy en día adoran imágenes como la de la “Virgen María” y dicen no pecar porque la imagen es de un personaje bíblico.


✟ La idolatría es un pecado ✟

Adorar cualquier tipo de imagen es pecado, es idolatría. Por más que nos excusemos bajo el argumento “la imagen es una representación en la tierra de Dios”, solo al Dios que no podemos ver, al Dios que está en todas partes, se le adora. Solo Él es digno de que el ser humano se postre y le rinda su vida. 

Adorar seres inanimados (Por más que les pongamos el nombre de Jehová) es el pecado de la idolatría en su forma más primitiva.

Es imposible para nosotros hacer una imagen que represente a Dios, porque es infinito inmenso, irrepresentable. Dios es espíritu (Juan 4:24), y por ello su apariencia no se parece a nada que podamos describir (Éxodo 33:20; Ezequiel 1:26-28; Apocalipsis 1:14-16).

Católicos y ciertos cristianos hacen idolatría, algunos caminan kilómetros para tocar algo que supuestamente los bendecirá si lo tocan, convirtiéndose en un amuleto. No porque toques esa imagen Dios te va a bendecir, pues Dios bendice a las personas sin ningún tipo de amuleto.


✟ Detrás de cada imagen hay un demonio ✟

Detrás de cada imagen hay un demonio (1 Corintios 10:19-22), y los demonios hacen milagros, por lo que muchas personas dirán que fueron sanados por alguna virgen o un santo; así como los magos de Egipto imitaron el milagro de la transformación de la vara de Moisés en serpiente, convirtieron el agua en sangre y lograron imitar la plaga de las ranas (Éxodo 7:9-13; 7:19-22; 8:1-7). 

Efectivamente los demonios pueden hacer milagros y puede hacerse hechicería, pero esto finalmente quita, a quienes practican la hechicería y la idolatría, más de lo que favorece y otorga, porque, finalmente, quien practique estas cosas perderá la vida eterna y vivirá esta vida terrenal engañado y esclavizado a los demonios detrás de sus imágenes.

Véase también: Mateo 7:21-23; Jonás 2:8; Levítico 19:4; Gálatas 5:19-21; Jeremías 11:12; Isaías 45:20; Gálatas 4:8; Apocalipsis 9:20; 1 Corintios 10:7; Oseas 11:2; Salmos 115:1-18; Romanos 1:23; Miqueas 5:13; Isaías 46:3-8; 1 Corintios 6:9; Jeremías 1:16; Habacuc 2:18; Hechos 17:29; Isaías 65:3; 1 Corintios 10:19-22; Hechos 17:16


✟ ¿Qué es idolatría? ✟

Todo lo que está primero que El Señor es idolatría. Si tu novia es más importante que El Señor, estás idolatrando; Si el futbol es más importante, también; si el dinero, el sexo, entre otras cosas, toman el primer lugar en tu vida, también es idolatría.

Para concluir es bueno recordar cuando Cornelio se postró ante Pedro, a quien los católicos y ciertos cristianos tienen como santo/amuleto para obtener cosas. Pedro en ese entonces lo levantó y no tardó en recordarle que él solo era un hombre, él era consciente de que solo a Dios se lo adora y no iba a permitir que crearan un ídolo de él.

Pero si pensamos que esto puede limitarse con cosas relacionadas a nosotros como humanos, a las cosas del cielo, de la tierra, de las profundidades marinas, y los animales que habitan en las tres, estamos equivocados, pues también se aplica a los seres espirituales.

Esto podemos verlo cuando buscamos qué dice la biblia sobre el tema, Dios prohibió que adoremos incluso a los ejércitos del cielo (Deuteronomio 17:3); los ángeles rechazan nuestras oraciones, pues hasta ellos saben bien que solo a Dios se lo adora (Apocalipsis 19:9-10; 22:8-9); los ángeles son seres creados por Dios (Nehemías 9:6); los ángeles son mensajeros de Dios (Hebreos 1:14); los ángeles adoran a Dios (Apocalipsis 7:11-12; Lucas 2:13-14); no debemos dar culto a los ángeles (Colosenses: 2:18).

Alejémonos de todo tipo de idolatría. Solo al Dios viviente de lo adora.
Véase también: 1 Juan 5:21; 1 Tesalonicenses 1:9; Colosenses 3:5; Salmos 16:4; 1 Corintios 10:14; Salmos 135:15; 1 Samuel 15:23; Deuteronomio 7:26; Romanos 1:16-32

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“Hijitos, 
guardaos de los ídolos. 
Amén”
1 Juan 5:21

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Muchas bendiciones, esperamos que les haya sido de ayuda y hayamos respondido sus dudas, y si creamos nuevas qué bendición, ya que esperamos poder seguir respondiendo muchas otras preguntas. ¡Dios los bendiga!

Por: "Jessica, hija de Dios"


Hoy vamos a hablar de un tema muy controversial hoy en día, pero ya sabemos que en este blog no tenemos miedo de tocar temas controversiales...


¡Hola! Hoy continuaremos hablando y profundizando en este tema que nos cuesta tanto ¿Pudiste poner en practica alguna de las cosas de las que ya hablamos? Las personas tenemos un montón de cosas por las cuales damos escusas para pelear sin darnos cuenta, viviendo en una constante disputa que parece no tener fin.

Por supuesto esto es algo que te confrontará y golpeará tu orgullo, pero si de verdad eres un seguidor de Jesús, entonces eso es lo que estás buscando. Esto es algo que nos leerá por dentro, así que será un estudio un poco más largo que los que venimos haciendo hasta ahora, por lo tanto lo haremos en cuatro partes. Esta es la segunda parte de este estudio, pero si quieres ver la primera te la dejaremos aquí.


Hoy hablaremos y profundizaremos un poco en nosotros mismos ¡Sí! ¿Sabías que no somos perfectos? ¡Tenemos un montón de cosas por las cuales molestamos a los demás! Un montón de cosas por las cuales damos escusas para pelear sin darnos cuenta, viviendo en una constante disputa que parece no tener fin.
 


4: Debemos comprender más a los demás

 

Hay cosas que hacemos por costumbre y de inconscientes, dependiendo de la educación que nos dieron nuestros padres, nuestras referencias, lo que tenemos alrededor, nuestras amistades, etc. Cosas como masticar con la boca abierta, jugar con el pelo, ciertas expresiones con el rostro, algunas muletas lingüísticas y más.
 
A veces lo hacemos porque quedamos marcados de alguna forma por nuestro pasado, por ejemplo: una persona que no ha leído, que tiene o tuvo algún problema en su aprendizaje, lo más probable será que no sepa expresarse, que no sepa comprender, etc.
 
Esta persona nunca comprende lo que le decimos a la primera, debe realizar un trabajo relacionado a estos problemas y nos pide ayuda constantemente, todo esto puede molestarnos, pero debemos comprender un poco más a los demás, no ser tan duros, ya que no todas las acciones de la gente a nuestro alrededor son con maldad ni específicamente para hacernos daño. Debemos tener paciencia, amor, solidaridad y comprensión, ya que, además: así nos gustaría ser tratados, si fuéramos ellos.
 
Por ejemplo, yo conozco tres personas cercanas que pasaron por la misma situación, pero las tres fueron marcadas por aquella situación de diferentes maneras. Antes de saber todo esto, antes de buscar más la paz que los pleitos, siempre me peleaba con uno u otro por actitudes que tenían, pero nunca había pensado el por qué las tenían, nunca había parado dos minutos a pensar que no todo lo que pasaba a mi alrededor era por mí y para molestarme, para lastimarme u ofenderme.
 
Los tres pasaron una etapa de pobreza y cada uno se marcó de una manera distinta: el primero pasó por hambre, así que siempre cocina en mucha cantidad y recalienta la comida hasta que casi es un puré (hasta que la olla no está vacía no para), pues tiene muy presente que alguna vez no tuvo para comer y que hay personas que hoy en día pasan por cosas similares o peores; el segundo pasó por lo mismo, pero detesta recalentar la comida, prefiere tirarla o tener un perro al cual dársela antes que comer comida recalentada, porque le recuerda a su pasado y es un recuerdo que lo llena de rencor; el tercero, aunque su actitud no lo demuestre mucho, también pasó por esa misma pobreza y por el hambre, así que ahora se gasta la mayor parte de su sueldo en comidas caras y exóticas, aparenta todo lo que puede y gasta cuanto le da el bolsillo en delivery, todo con tal de no recordar el pasado y sentir que es alguien nuevo, que ya no es pobre y que, de esta manera, nunca nadie pensará que alguna vez lo fue.
 
Toda esta situación ha causado, en más de una ocasión, una discusión sin sentido. Discutía con ellos, pues no entendía la obsesión de recalentar la comida, de tirarla y de gastar en exceso, hasta que me tomé el tiempo de ver más allá de mi propia nariz y comencé a darme cuenta que hay peleas que comienzan por no comprender a los demás y por no darnos cuenta que a ellos también les cuesta comprendernos.
 
A ellos tres también les cuesta comprender cuánto trabajo me toma a mí el poder comer algo "rico y caro" y que por eso suelo comer fideos acompañados con alguna cosa; a ellos también les cuesta entender que prefiero hacer cantidades pequeñas para que no me sobre a punto de tener que tirar la comida cuando se ponga fea; a ellos les cuesta entender muchas de mis acciones, pero si yo peleo con ellos y ellos pelean conmigo: Solo creamos una guerra innecesaria.
 
"Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros."
Colosenses 3:13
 


“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.”
Mateo 5:7

 
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”
Efesios 4:32

“Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor”
Efesios 4:2

 
Debemos comprender más a las personas, a veces lo que nos molesta de ellas es un resultado de un pasado difícil y/o doloroso, la misericordia es algo que debemos seguir trabajando. No debemos atacar a los demás por estas cosas, generar peleas y divisiones. “Soportar” significa “dar soporte, sostén a algo que se está cayendo”. Debemos darles sostén, pero no juzgarlos, ya que no sabemos lo que hacen los demás en lo oculto. Sobre todo debemos procurar la paz y la unión, y no olvidar que debemos perdonar, así como fuimos perdonados.

 


5: Podemos herir a los demás y a nosotros mismos

 
Todos tenemos defectos, hay algunos que hieren a los demás y nos pueden traer muchos perjuicios. Por ejemplo, un defecto más común de lo que creemos es hablar sin pensar lo que decimos. A veces hablamos con palabras toscas, damos nuestra opinión, cuando esta no suma nada más de lo que resta, contestamos de manera negativa, nos burlamos y más. Este solo es uno de todos esos defectos que podemos tener y que pueden tanto herir a los demás como traernos perjuicios económicos, sociales, emocionales, personales, de salud y más.
 


“En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente”
Proverbios 10:19
(véase más en: Proverbios 4:24; 17:27; 18:13; 25:23; 25:28; Santiago 1:19-20)

 
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.”
1 Corintios 6:9-10
(véase más en: Efesios 5:5)


“El que roba a su padre o a su madre, y dice que no es maldad, Compañero es del hombre destruidor.”
Proverbios 28:24

 
“El cómplice del ladrón es enemigo de sí mismo, pues aunque oye maldiciones no confiesa.”
Proverbios 29:24


“La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece.”
Proverbios 10:4
(véase más en: Proverbios 6:6-11; 22:29: 28:19)

 
“Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría.”
Proverbios 11:2
 


“El Señor no soporta a los orgullosos; tarde o temprano tendrán su castigo.”
Proverbios 16:5


“El chismoso todo lo cuenta; la persona digna de confianza guarda el secreto.”
Proverbios 11:13
(véase más en: Proverbios 16:28)


“El que es compasivo se hace bien a sí mismo, pero el que es cruel provoca su propio mal.”
Proverbios 11:17
(véase más en: Proverbios 12:12; 17:13)
 


“El justo sabe que sus animales sienten, pero el malvado nada entiende de compasión”
Proverbios 12:10

 
“El testigo verdadero declara la verdad; el testigo falso afirma mentiras.”
Proverbios 12:17
 


“El hijo sabio acepta la corrección del padre; el insolente no hace caso de reprensiones”
Proverbios 13:1
(véase más en: Proverbios 20:20; 30:11-14)
 


“Si no hay buen gobierno, la nación fracasa; el triunfo depende de los muchos consejeros”
Proverbios 11:14
(véase más en: Proverbios 13:20; 22:24-25)
 


“Ser paciente es muestra de mucha inteligencia; ser impaciente es muestra de gran estupidez.”
Proverbios 14:29
 


“La mente tranquila es vida para el cuerpo, pero la envidia corroe hasta los huesos.”
Proverbios 14:30
 


“El vino hace insolente al hombre; las bebidas fuertes lo alborotan; bajo sus efectos nadie actúa sabiamente.”
Proverbios 20:1
(véase más en: Proverbios 21:17)
 


“No abuses del pobre por ser pobre, ni oprimas ante los jueces al indefenso”
Proverbios 22:22
(véase más en: Proverbios 28:21)

 
“No te alegres ni hagas fiesta por los tropiezos y caídas de tu enemigo, porque al Señor no le agradará ver esto, y entonces su enojo se apartará de él.”
Proverbios 24:17-18
 


Si te tomas un tiempo para leer la biblia, encontrarás muchos versículos que señalan variedad de defectos que tenemos los seres humanos. Encontrarás que se habla también de sus consecuencias, lo que es muy bueno porque tenemos que ser conscientes de que todos somos pecadores (Romanos 2:23) y todos tenemos defectos.
 
Estos defectos, como ya dijimos, nos traen muchas consecuencias, entre ellas: el cómo nos comunicamos con las demás personas en nuestro entorno, cómo nos ven, qué transmitimos y más. Es por eso que este punto lo contamos como una parte muy importante a tratar en este tema, ya que corregirlo y ponerlo en oración nos ayudará a no pelear tanto con los demás y comprender por qué surgen la mayoría de nuestros problemas.
 
El aceptar que no somos perfectos es parte de nuestro crecimiento espiritual. Cuando nos damos cuenta de estos defectos, y de nuestros errores, debemos estar dispuestos a cambiarlo. No debemos restar importancia a estos, debemos confesarnos ante Dios, para que nos perdone y nos limpie de toda maldad (1 Juan 1:9; Apocalipsis 3:19). Debemos reconocerlos y estar dispuestos a cambiar y sobre todo no olvidar que los demás también pasan por sus propios defectos y ser con ellos como quisiéramos que fueran con nosotros.


 
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Y sabemos que a los que aman a Dios,
todas las cosas les ayudan a bien,
esto es, a los que conforme a su propósito
son llamados.
Romanos 8:28
 
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Muchas bendiciones, esperamos que les haya sido de ayuda y hayamos respondido sus dudas, y si creamos nuevas qué bendición, ya que esperamos poder seguir respondiendo muchas otras preguntas. ¡Dios los bendiga!
 
Por: "Jessica, hija de Dios"

¡Hola! Hoy continuaremos hablando y profundizando en este tema que nos cuesta tanto ¿Pudiste poner en practica alguna de las cosas de las qu...



Hoy hablaremos y profundizaremos un poco en nosotros mismos ¡Sí! ¿Sabías que no somos perfectos? ¡Tenemos un montón de cosas por las cuales molestamos a los demás! Un montón de cosas por las cuales damos escusas para pelear sin darnos cuenta, viviendo en una constante disputa que parece no tener fin.

Por supuesto esto es algo que te confrontará y golpeará tu orgullo, pero si de verdad eres un seguidor de Jesús, entonces eso es lo que estás buscando. Esto es algo que nos leerá por dentro, así que será un estudio un poco más largo que los que venimos haciendo hasta ahora, por lo tanto lo haremos en cuatro partes.


1: "También tenemos defectos"

A veces nos fijamos demasiado en los defectos de los demás, pero muy poco en los nuestros. Hay cosas por las que caemos mal a la gente de nuestro alrededor, tal vez llegamos al punto en que no nos pueden soportar, pero si no somos conscientes de esto podemos llegar a creernos perfectos.


"Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque."
Eclesiastés 7:20


"El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas."
1 Juan 2:9


No importa qué tan "pesados" sean los demás a nuestro alrededor, qué tan "insoportables", "intolerantes", y más, nosotros también somos muchos otros adjetivos. Los demás ven en nosotros todo aquello que ignoramos por estar más concentrados en ellos que en nosotros mismos. Te dejamos una pregunta para este punto, ¿Qué cosas tienen los demás que te molestan tanto? Te invito a que lo escribas en un papel y luego pienses: ¿Y a estas personas que les molesta o podría molestarles de mí? ¿Qué tengo que podría molestar a los otros, sea o no sea un defecto?


Una vez que tengas esta lista de defectos propios escribe uno o más ejemplos, solo serán suposiciones, de cómo o en qué situaciones podrían molestar a los demás, también explica el porqué. Lo que estamos intentando es ponernos en los zapatos de otras personas y vernos desde afuera, para ver si en verdad somos tan perfectos como pensamos o si finalmente somos imperfectos, si finalmente así como nos quejamos de los demás, los demás también tienen derecho a quejarse de nosotros. 


Tal vez te cueste hacer esta lista, pero que eso no te extrañe, es un poco ese orgullo que tienes dentro, el cual no quiere dejarte ver como alguien vulnerable o alguien con algún tipo de mancha. Tú domina ese sentimiento, quítate todo eso de encima y sin perjuicios encima escribe todo eso que tienes por lo que puedas causar molestias a los demás.


2: No iniciemos peleas sin sentido


Es probable que al hacer la lista anterior hayas escrito cosas como: "a la gente le molesta que mi pelo siempre está lleno de frizz y parece que soy descuidada, aunque la verdad es que mi pelo es así por más que me lo lave 10 veces", "a los demás les molesta cómo hablo, pero lo que pasa es que tengo un problema de dicción", "la gente me suele mirar y cree que soy antipático porque suelo estar callado, porque nunca sé de qué hablar", "las personas ven mi cara cuando estoy seria y creen que soy amargada, porque parezco enojada todo el tiempo aunque no lo esté", y muchos ejemplos más. 

La verdad es que hay cosas en nosotros que pueden molestar a los demás personas, pero que no podemos cambiar. Tal vez a la gente le moleste nuestro rostro cuando estamos serios, pero eso es algo que se va de nuestras manos, pues no podemos cambiar nuestro rostro. 


Lo que sí podemos hacer es entender el porqué molesta a los demás, ser más comprensivos, y no agrandar aún más la tensión. Porque si los demás están enojados por un "capricho" y nosotros nos enojamos con ellos porque se enojaron en vano y ellos se enojan porque nos enojamos porque estaban enojados, acabamos creando una disputa que podría tranquilamente haberse evitado de ser conscientes del problema y actuado con prudencia. Y es que esta pelea que acabamos de escribir es ridícula hasta de leerse y una completa perdida de tiempo.


La Biblia también nos advierte sobre esto en:


"Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo."
Salmos 37:8


"El que tarda en airarse es grande de entendimiento; Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad."
Proverbios 14:29

"No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios."
Eclesiastés 7:9


¿Entiendes? ¿Para qué apresurarnos a enojarnos? Supongamos que tu problema es tu "cara seria", estas en la mesa con tu madre y de repente ella se enoja, ella está pensando que tú estás enojado, que no te gusta estar con ella, que siempre eres igual de antipático, que no te interesa lo que te está diciendo... en fin, comienza a especular un montón de cosas en su mente que no son ciertas, ¿para qué seguirle el juego?, ¿para qué pelear por esto? Sería preferible cambiar el tema por alguno de interés mutuo, preguntarle cómo fue su semana, proponer hacer alguna actividad juntos, cualquier cosa es preferible a seguir por ese camino, donde pasará lo que ya dijimos y los dos acabarán enojados y quizá tensos durante todo el día o, en casos extremos, toda la semana, todo por una tontería. Por eso necesitamos no apresurar nuestro espíritu al enojo, tardar en airarnos, desechar el enojo y tener más entendimiento y paciencia con los demás.


3: Dar perdón por gracia


Cuando estamos en pareja tenemos mutuos acuerdos e intentamos hacer todo para no pelearnos, hablamos de los problemas, nos ponemos en el lugar del otro, y más; en pareja tal vez puede resultar más fácil dejar atrás un enojo, a veces, porque hay voluntad mutua, más no siempre es así. Cuando tenemos problemas con otros, con quienes no tenemos estos acuerdos ni hay voluntad mutua de arreglar las cosas, a veces debemos ser nosotros quienes tuercen la mano, ser quienes perdonen primero (aunque sintamos que el otro no lo merece, dar perdón por gracia), bajar nuestro orgullo.


"El deseo de los justos es solamente el bien; Mas la esperanza de los impíos es el enojo."
Proverbios 11:23


"Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad."
Eclesiastés 11:10

"Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda."
Mateo 5:22-24

"Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo."
Efesios 4:26-36

"Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca."
Colosenses 3:8

"El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas."
1 Juan 2:9

"Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿Cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?"
1 Juan 4:20

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Por esto, mis amados hermanos, 
todo hombre sea pronto para oír, 
tardo para hablar, 
tardo para airarse;
porque la ira del hombre 
no obra la justicia de Dios.
Santiago 1:19-20
 
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Muchas bendiciones, esperamos que les haya sido de ayuda y hayamos respondido sus dudas, y si creamos nuevas qué bendición, ya que esperamos poder seguir respondiendo muchas otras preguntas. ¡Dios los bendiga!

Por: "Jessica, hija de Dios"

Hoy hablaremos y profundizaremos un poco en nosotros mismos ¡Sí! ¿Sabías que no somos perfectos? ¡Tenemos un montón de cosas por las cuales ...

 
Hay un término que se está utilizando mucho entre los cristianos y es el de la tibieza, donde uno puede auto evaluarse y darse cuenta si en verdad se está tomando en serio el seguir a Jesús, el creer en Dios y en su Espíritu Santo.



“Cómo eres tibio y no frio ni caliente, te vomitaré de mi boca”

 
Se preguntarán, “¿Y de dónde salió eso del “cristiano tibio”?”, bueno, pues está en apocalipsis. ¿Saben de qué trata el libro de Apocalipsis? Este libro es muy importante, revela la perspectiva celestial de Dios en la historia y en los eventos actuales, de modo que el presente pueda ser interpretado a la luz del resultado final de la historia; encontramos la revelación de Jesucristo en todo su esplendor, la realidad de su pronta venida y el inminente juicio que viene sobre este mundo, todo cristiano tiene o debe tener la esperanza de estar listo cuando el Señor venga por su Iglesia.

Apocalipsis es una profecía, lo que significa que es una palabra procedente de Dios para el pueblo de Dios (2 Pedro 1:21), hablada a través de un profeta, usualmente para advertirnos o para consolarnos en un tiempo de crisis. Teniendo en cuenta esto, leeremos esta profecía como una advertencia, nos están contando el futuro para que tengamos la oportunidad de no estar involucrados en ciertas circunstancias que nos resultaran perjudiciales.
 
“Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico; vestiduras blancas, para cubrir la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a su casa, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venza, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”
– Apocalipsis 3:14-22
 
Qué cosas, ¿no? Siempre se dice, “me gustaría saber el futuro”, pero no nos damos cuenta que el Creador nos lo contó en su palabra. Un ángel del Señor comienza a contar lo que Dios tiene para decirnos, y sabemos que, como Dios no miente, esto verdaderamente será así (Números 23:19; Hebreos 6:18).

Dios nos dice que él preferiría que fuéramos fríos (ateos, necios, budistas, cualquier religión o pensamiento que niegue a Dios como nuestro Dios y Creador y a Jesús como nuestro salvador) o calientes (es decir firmes en su palabra, creyendo en Él, Jesús y el Espíritu Santo), pero que como somos tibios, y no fríos ni calientes, nos “vomitará” de su boca. Interesante, ¿no?

Él no desarrolla todas las razones por las que seremos tibios, fríos o calientes, pero nos deja estas tres palabras, las cuales nos dejan entender mucho más de lo que parece. Sabemos que lo que es tibio no es ni frio ni caliente, sino que está en el medio, entonces sabemos que él se refería a que estaríamos en medio: no estaríamos ni del lado de Dios ni de lado del enemigo.

Y como si fuera poco habla de vomitarnos de su boca, ¿Sabes que significa la palabra vomitar? 1, expulsar violentamente [una cosa] algo que está contenido en su interior; 2, expulsar violentamente por la boca lo que está contenido en el estómago.

¿Ahora te imaginas a lo que se refiere? ¿Se te creó una mejor idea?
 



A veces no nos damos cuenta del peligro hasta que ya es tarde
 

Tibio es quien no es ni muy frio ni muy caliente, ni muy cristiano ni muy mundano, ni blanco ni negro… no olvides que “quien se queda en el medio, es apedreado de los dos lados”. Dios dice que él prefiere que seamos una de las dos cosas, porque a quienes sean tibios Él vomitará de su boca.

¿Conocen la fábula de la rana hervida? Bueno les recomendamos que la lean para entender de lo que vamos a hablar (Leer fábula), pero dicho de una manera resumida: “La rana comienza a nadar en una olla con agua helada, a medida que pasa el tiempo el agua se pone tibia y luego comienza a hervir; finalmente la rana muere hervida porque no se dio cuenta hasta que ya estaba muerta”. Así pasa con nosotros, el “agua tibia” es el “medio”, donde decimos “estar bien con Dios y el mundo”, pero no nos da el tiempo de estar ni con Dios ni con el mundo y por eso somos tibios y estamos cómodos. Queremos encontrar un equilibrio donde nuestra carne esté cómoda, pero no nos sintamos culpables espiritualmente.

Nos quejamos de canciones como las de Bad Bunny, donde solo oímos hablar de “sexo, drogas y alcohol”, pero no soportamos las canciones de adoración a Dios porque “todo el tiempo dicen lo mismo, solo hablan de Dios y son demasiado religiosas”, gracioso si después nos vamos a escuchar las canciones de los cantantes que nosotros consideramos como un “intermedio”, pero no nos damos cuenta todos los malos mensajes que nos van transmitiendo o de cómo nos van imponiendo cosas que Dios aborrece. 


Sí, nosotros no vemos hasta que ya es demasiado tarde o nos volvemos completamente ciegos por sentirnos cómodos. Lo más triste es que cuando alguien sí se da cuenta de estas cosas y nos las dice, nosotros llamamos a eso conspiración y exageración, no damos importancia a los detalles, así como la rana no se preocupó por el agua tibia, hasta que comenzó a hervir y ya era demasiado tarde. No te gusta lo caliente ni lo frio, quieres lo tibio; ni trap obsceno ni música de adoración; ni películas de terror ni películas cristianas; ni boliche ni iglesia; ni ley de evolución ni biblia; y así podríamos seguir (1 Tesalonicenses 5:21-22).

¿Qué eres? ¿A dónde vas? ¿Crees en Dios? ¿Crees que Dios miente? ¿Eres frio o caliente? ¿Por qué prefieres ser tibio y qué piensa Dios acerca de eso? ¿Estás buscando salir de ese estado de conformidad o esa comodidad es demasiado valiosa para ti? Cuando Jesús venga, ¿tienes pensado ir con Él?, entonces, ¿qué estás haciendo para merecerlo y qué te pide Dios que hagas?


Véase también: 2 Corintios 13:1-10


Si no avanzamos en nuestra vida espiritual, entonces estamos retrocediendo.
 



“Tomen su cruz y síganme”

 
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.
– Mateo 16:24-28
 
Jesús mismo lo dijo a sus discípulos. No te quedes en tu tibieza, Dios no te pide que te sientes y te quedes comodito en tu zona de confort. Él dice que tomes tu cruz y lo sigas, ¿puedes darte cuenta de lo que significa? 


Cuando Jesús fue condenado a llevar la cruz hasta el lugar de crucifixión, esa cruz significaba el instrumento de su ejecución y en el camino debía enfrentarse a ser ridiculizado. Por lo tanto, entendemos que significa estar dispuesto a morir para seguir a Jesús. Esto se llama “morir a sí mismo.” Es un llamado a la entrega absoluta. Es por esto que Jesús nos dice: “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”. A pesar de que el llamado es duro, la recompensa es inigualable.

Véase también: Mateo 10:34-39; Mateo 19:16-30; Lucas 14:25-33; Lucas 18:18-30; Marcos 8:34-38; Lucas 9:57-62; Juan 12:20-26; Juan 14:21

Es fácil seguir a Jesús cuando no sacrificamos nada, cuando nuestra vida no tiene problemas, pero nuestro verdadero compromiso con Él se pone de manifiesto durante las pruebas (Santiago 1:2-3; 1 Pedro 1:6-7; Deuteronomio 8:16; Salmos 26:2): cuando te señalan por ser diferente, cuando se burlan de tus creencias, cuando optas por la responsabilidad, cuando no engañas a tu esposo o esposa, cuando devuelves un dinero robado, cuando pierdes todo (Mateo 5:4; 1 Pedro 4:13-14; Mateo 5:10-12; Lucas 6:22)… 


Preguntarás, ¿puede haber pruebas en las cosas que Dios quiere cambiar de mí mediante la comprensión de su palabra, para que deje de ser tibio? ¡Por supuesto! La gente tiende a alejarse cuando comienzas a vivir como deberías (Mateo 10:22), cuando comienzas a respetarte y cambias tu manera de vestir, cuando dejas de escuchar ciertas canciones y ciertos artistas porque no te edifican, cuando decides no ir a ciertos lugares porque no convienen y te alejan de Dios, cuando dejas de mirar cualquier película que se te ponga en frente porque busca enseñar o fomentar algo que va en contra de la palabra de Dios… cuando te conviertes en el “bicho raro de la sociedad” (1 Corintios 1:18-31), pero eso es precisamente a lo que Dios no quiere que tengamos miedo (Romanos 12:2; 1 Pedro 1:13-25). 


Dios nos dice que el mundo no lo conoce y tampoco conocen a sus hijos, más bien los aborrecen a los dos (Juan 14:17; Juan 15:18-19). Jesús nos aseguró que las pruebas vendrán a sus seguidores (Juan 16:33), el discipulado exige sacrificio, y Jesús nunca ocultó ese costo (Hechos 14:22; 2 Timoteo 3:12). Cuando somos tibios somos los más geniales y divertidos, porque podemos estar tanto con creyentes como con los que no lo son y no nos importará, podemos hacer lo que queramos y sentirnos bien porque no queremos ser “fanáticos”. ¡Cuán alejados de Jesús estamos cuando hacemos estas afirmaciones, cuando creemos que es mejor ser tibio que caliente para Dios y para nosotros! (Lucas 12:19-20; Proverbios 3:5; Isaías 5:21; Romanos 12:16; Proverbios 26:12; 2 Corintios 1:9; Lucas 17:26-30; Galatas 6:7)



¿Sabes por qué hay tantos cristianos tibios? Porque saben que tomar su cruz les haría considerar estas preguntas: ¿Estás dispuesto a seguir a Jesús si eso significa perder algunos de tus amigos más cercanos? (Mateo 24:10) ¿Estás dispuesto a seguir a Jesús si esto significa alejarte de tu familia? (Lucas 18:18-30; Mateo 19:29; Lucas 9:61-62; Mateo 10:37) ¿Estás dispuesto a seguir a Jesús si esto significa la pérdida de tu reputación? (Marcos 8:34-36; Santiago 4:4; Mateo 16:24; Lucas 9:23) ¿Estás dispuesto a seguir a Jesús si eso significa perder tu trabajo? (Lucas 14:33; Filipenses 3:7-8) ¿Estás dispuesto a seguir a Jesús si eso significa perder la vida? (Mateo 10:39; Mateo 24:9; Juan 12:25; Mateo 10:38; Romanos 14:7; 2 Corintios 5:15; Galatas 2:20)

No necesariamente vivirán todo esto, porque no todos pasamos por las mismas pruebas, pero ya solo con pensar que pueden llegar a darse estas situaciones ni siquiera lo intentan. Pero, ¿Y tú? Si llega el momento en tu vida en el que te enfrentes a una elección así, ¿qué responderás: Jesús o las comodidades de la vida?, ¿qué vas a elegir? Es preferible ser caliente y padecer por ello que vivir cómo siendo tibio (1 Pedro 4:12-19), de ser frío mejor ni hablemos.


Si en tu vida como cristiano no estas sacrificando nada, no estás creciendo, no hay nada que te confronte y digas “Dios tiene que trabajar esta área en mi corazón”, si notas que a nadie le cuentas de tu fe, nadie sabe que eres cristiano, no hay una diferencia ni por lo más mínima entre tú y la gente de tu alrededor: Ten cuidado, porque tal vez no te estás dando cuenta de lo tibio que estás siendo y tú cruz está ahí, esperando que no sea demasiado tarde para cuando te des cuenta.


¿Qué hace que seas caliente? ¿Qué te diferencia de los demás y del hombre viejo que alguna vez fuiste? Comienza a pensar en todas las preguntas que dejo aquí e intenta responderlas (piensa también en esto: 2 Corintios 5:13-17; Efesios 4:17-32; Colosenses 3:5-17; Romanos 6:1-13; Romanos 13:8-14; 1 Juan 5:1-5; 1 Juan 3; Efesios 2:1-10). Si quieres puedes enviarnos un mensaje para hablar sobre esto.
 


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Por Jesús abandonaré todo,
Mis posiciones, mis sueños,
Tomaré mi cruz Y lo seguiré hasta la muerte.
Porque el cielo y la tierra pasaran,
Pero su palabra no pasará:
Haré mis riquezas allá en su reino
Esperaré su venida con el corazón abierto.
 
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Muchas bendiciones, esperamos que les haya sido de ayuda y hayamos respondido sus dudas, y si creamos nuevas qué bendición, ya que esperamos poder seguir respondiendo muchas otras preguntas. ¡Dios los bendiga!

Por: "Jessica, hija de Dios"

  Hay un término que se está utilizando mucho entre los cristianos y es el de la tibieza, donde uno puede auto evaluarse y darse cuenta si e...


Una cosa que se debe señalar y recordar es que nosotros no somos perfectos y por eso es que necesitamos a Jesús, nuestro salvador (Romanos 10:11-13). Cuando vayas a una iglesia, no pienses que ahí encontrarás gente perfecta: encontrarás gente rota que busca a Dios por diferentes razones, que tiene diferentes problemas, que busca desaferrarse de distintos pecados como: el juzgar a los demás, el ser envidiosos, la infidelidad, el egoísmo, la pereza, la codicia, etc. 


No debes dejarte guiar por ellos, por su hipocresía, ni dejar que algunos puedan alejarte de Dios (porque muchos son los que se alejan de la iglesia a causa de algunos hipócritas y dicen, “No voy porque no soporto a la gente doble cara, doble moral, es más, ni siquiera intentaré buscar otra iglesia, porque todas son iguales”, pero en su casa no leen la biblia ni un día de la semana porque dicen no tener tiempo para Dios en sus vidas. ¿Dónde está la hipocresía? Si no vas a la iglesia a escuchar la palabra de Dios, ¿al menos sí lo haces en tu casa? Quien no pasa tiempo con Dios, no conoce a Dios: Santiago 4:8; Romanos 10:8-17; Juan 14:23-24; 1 Juan 1:6).

Si la gente de la iglesia busca rebajarte a causa del bebé que decidiste no abortar, pues allá ellos, ya tendrán que dar explicaciones a alguien más grande, Dios (Isaías 10:10-13; Apocalipsis 22:12-13). Cada vez que alguien te señale y juzgue con cualquier denominación insultante y degradante, recuerda que Jesús nos dijo que sufriríamos aflicciones por seguirlo y hacer lo que es correcto (Juan 14:20-21; 1 Pedro 4:15-19; Juan 16:33; Filipenses 1:29), que Él traería divisiones incluso en la familia (Mateo 10:34-39; Juan 14:19), recuerda que Él sufrió por salvarnos (Juan 14:18; Juan 14:25; Isaías 53:3-4), tal vez tú sufras por tener a tu bebé, pero Dios promete que no va a ser por mucho (Romanos 8:18; Salmo 34:19), Dios promete que hará grandes cosas de tu dolor (2 Corintios 12:9-10; 1 Pedro 5:10; 2 Corintios 4:17), Él te está formando a base de fuego (2 Corintios 1:3-4; Romanos 5:3-4), te vuelve una creación más hermosa y eso no es algo de qué avergonzarse (Mateo 5:10-12; Lucas 6:20-23; Romanos 1:16-17). 


Allá todos ellos, tú sabes que a los ojos de Dios lo que decidiste fue lo correcto, quizá tener relaciones antes del matrimonio no lo fuera, pero aceptar las consecuencias y ser responsable sí lo es. No haces nada malo al decidir arrepentirte de tus pecados pasados y cuidar a tu bebé sabiendo que Dios ya te perdonó y que Él quiere que lo protejas, ¡Vive feliz y no dejes que nadie te quite el gozo! (Juan 15:10-11; 1 Pedro 3:14; Juan 6:22; Salmos 37:4) Eso sí, cuando te arrepientas de algo, no pienses que es magia, como decir “ábrete sésamo” y todas las puertas se abren sin rechistar. 


A cualquiera puedes engañar, pero a Dios no (Gálatas 6:7-9). El perdona a los arrepentidos, pero no vas a lograr, por más que lo intentes, que Dios te perdone si le pides perdón, pero por dentro dices “lo volveré a hacer y volveré a pedir perdón para salvarme del castigo” (Isaías 47:10-15; 1 Corintios 3:18-23; Santiago 1:19-27; 1 Juan 1:6-8), eso es jugar con Dios y subestimarlo, Dios conoce los secretos del corazón (Marcos 2:8; Lucas 16:15; Hechos 15:8; 1 Reyes 8:39; Proverbios 15:11; Jeremías 20:12; ) y no le agradan los mentirosos (Proverbios 12:22; Salmos 5:6; Colosenses 3:9; Éxodo 20:16; Salmos 55:23; Apocalipsis 21:8; Proverbios 19:9; Juan 8:44).




Y para ti, creyente, defensor de las dos vidas, comienza a reconsiderar tu comportamiento y no te pongas en un pedestal (Romanos 3:9-18; 1 Juan 1:8-10; Lucas 18:9-14). 


Si enseñas a perdonar, pero no perdonas y te llenas de rencores y odio, eres hipócrita (Proverbios 17:9; Mateo 6:14; Mateo 23:23-25; Proverbios 26:24; Efesios 4:32; Mateo 6:14; Colosenses 3:13; Lucas 6:37; Mateo 18:21-22; Marcos 11:25); si enseñar a no envidiar, pero eres un envidioso y deseas que los demás pierdan lo que tienen para tenerlo tú, eres un hipócrita (Gálatas 5:26; Proverbios 23:17; Salmos 37:1; Proverbios 24:1; Proverbios 24:19; Mateo 23:27); si enseñas del amor de Dios, pero no crees en Dios ni en su gracia ni en el amor, eres un hipócrita (Mateo 5:46-48; 1 Juan 4; 1 Pedro 4:8; Santiago 3:10; Lucas 11:39); si enseñas que está mal abortar, pero abortas o juzgas a quien no aborta para tener a su bebé, eres un hipócrita (Mateo 15:8; Romanos 10:3; Mateo 23:28; Romanos 2:3).

Comienza a pensar lo que dices y haces (Mateo 7:3-6; Lucas 6:42; Mateo 15:7-8), busca tener coherencia en tus acciones y que todas esas acciones apunten a un mismo camino que te lleve hacia Dios (Colosenses 3:22-25; 2 Crónicas 6:30; 2 Crónicas 7:14). ¡Cómo es que tú, quien dice ser seguidor de Cristo, haces que una joven que entra a la iglesia embarazada se sienta juzgada! “Está embarazada, no está casada, quien sabe con cuantos se metió” (Santiago 4:11; Salmos 52:2; Santiago 3:5; Salmos 140:3; Salmos 101:5; Levítico 19:16; Proverbios 16:28; Salmos 15:3; Proverbios 26:20; Proverbios 10:18; Éxodo 23:1), sí es verdad que no somos perfectos, pero eso tampoco justifica que, sabiendo que está mal que lo hagamos, aun así, lo sigas haciendo (1 Pedro 2:21-22). 


Jesús nos dice que todos hemos pecado y todos merecemos la muerte a causa de eso (Romanos 6:23), por ende, no eres mejor que nadie y no deberías juzgar así a tu hermana, más bien acércate si tanto te importa y préstale una mano amiga (1 Tesalonicenses 5:8-11; Gálatas 6:2). Las personas tienen necesidad de amor, de misericordia, ofrece tu ayuda y no la niegues si la tienes (Juan 13:34; Efesios 4:32; Proverbios 3:27; Mateo 23:11; Mateo 20:28; Lucas 22:27; Mateo 25:40; Tito 3:8; Mateo 22:37-39; Mateo 5:16; Isaías 1:17; Lucas 6:38; Mateo 5:42; Mateo 25:35-40; Lucas 3:10-11; Gálatas 6:2; Romanos 12:8; Romanos 12:13; Filipenses 2:4; Romanos 15:1; Proverbios 28:27; Proverbios 14:31; 1 Juan 3:17; Hechos 20:35; Hebreos 13:16; Proverbios 11:25; Lucas 10:30-37).

¡Defiende la palabra y la justicia de Dios! No defiendas esta perversidad (Proverbios 31:8; 1 Pedro 2:21; 1 Pedro 3:13-22; Proverbios 12:8; Proverbios 11:3; Proverbios 28:6), es preferible que los demás te vean como religioso (Filipenses 3:10; Mateo 10:38), como alguien radical, a que mañana estés en frente a Dios y no sepas dónde ocultar tu vergüenza de Él (2 Timoteo 2:15; Salmos 119:5-6). Es preferible defender la palabra de Dios que no hacerlo por el miedo al “qué dirán los demás”, por querer vernos más “cool” (Mateo 10:32-39; Romanos 1:16-17; 2 Timoteo 1:8; 1 Pedro 4:16; Salmos 25:4-22), vergüenza deberían tener los demás que prefieren seguir ciegos y sordos, no tendrán excusas (1 Juan 2:28; Romanos 1:20; Mateo 10:39; Isaías 45:16; Salmos 25:1-3).

Debemos estar firmes en los principios que Dios quiere que tengamos (Filipenses 4:1; Salmo 119:11; Job 22:22; Josué 1:8; 1 Pedro 2:19-25; Colosenses 1:15-23; Efesios 6:11-13; 1 Pedro 5:9; Hebreo 3 :14; 2 Tesalonicenses 1:27), así como las parteras que no mataron a los bebés hebreos por orden del nuevo faraón de Egipto (Salmos 139:13-16), no olvidemos que en Estados Unidos se va en busca de una ley que apruebe el abortar a un bebé de hasta 9 meses, ¡No perdamos el temor de Dios! (Salmo 103:13; Salmo 111:10) La palabra “temor” en la biblia es utilizada como “respeto”, “admiración y sumisión hacia Dios y su voluntad”.

Es increíble como “saltamos” y defendemos nuestros ideales para vivir cómodos, pero no haríamos lo mismo por la palabra de Dios; es sorprendente el “cristiano” que dice “yo soy cristiano, pero no creo en esto y esto de la biblia, en esto y esto sí”. Eso no es el cristianismo, no es un menú o un buffet, el cristianismo es la respuesta a esta pregunta: ¿Crees o no crees en la palabra de Dios? ¿Crees o no crees que Jesús es Dios, que murió en la cruz por ti y por mí? Cualquier otra cosa que salga de esto no es lo que Dios quiere que creamos. 


El único evangelio es que tú y yo tenemos una naturaleza pecaminosa (Isaías 64:6; Romanos 8:1-15; Romanos 7:15), con una necesidad increíble de un salvador (Efesios 1:3-14; Romanos 3:23-24; Colosenses 1:13-14), que Dios mandó a su hijo a morir (Juan 17; Filipenses 2:6-8; 1 Pedro 1:18-19; Hebreos 9:15), que resucitó al tercer día (Efesios 1:15-23; Mateo 28:5-6; Marcos 16:6; Lucas 24:6-7; 1 Corintios 15:3-4; Hebreos 13:20-21; Mateo 20:18-19; Juan 20:8-9; Hechos 3:26) y que tenemos que creer en Él, creer en su sacrificio (Romanos 9:30-33; Romanos 5:19; Romanos 10:8-10; 1 Juan 4:10; 1 Juan 2:11; Gálatas 2:20; Hebreos 5:9; Romanos 5:10; 1 Tesalonicenses 4:14), creer que Él es Dios y solamente a través de eso podemos obtener salvación y que una vez que obtenemos esa salvación, hay una transformación en nuestras vidas (Gálatas 2:20; 1 Pedro 1:8-9; Romanos 6:5-6; 2 Corintios 1:5; 2 Corintios 5:17; Efesios 4:24; Romanos 6:6; 1 Pedro 1:3; Colosenses 3:10; Efesios 1:7; Hebreos 7:25; Hebreos 12:2).




Y si por alguna razón tú, mujer, que llegaste aquí y no sabías todo esto, pero ya abortaste y tienes culpa y arrepentimiento, tengo algo que decirte: Dios es un Dios de misericordia, es un Dios de perdón (Éxodo 34:6-7; Salmo 63:3; Hebreos 4:16; 2 Crónicas 30:9). Si tú te arrepientes, hay perdón (1 Juan 1:9; Lucas 13:1-9; Lucas 15:7). Dios hace las cosas nuevas, cuando hay un genuino arrepentimiento, cuando creemos en el sacrificio de Jesús (Hechos 17:30-31). Tu salvador es Jesús, no es la ley ni la justicia humana (Juan 8:12; Efesios 2:4-5; Isaías 30:18; Romanos 3:21-22).


Y tú, creyente, que conoces a quien abortó y te pide ayuda, ayúdala (Proverbios 3:27; 1 Juan 3:17; Gálatas 6:10; Hebreos 13:16; 2 Tesalonicenses 3:13); dale consuelo en su dolor y angustia (Salmos 145:14; 2 Corintios 1:3-4; 1 Tesalonicenses 4:18; Romanos 15:5); llévala a Dios, si te lo permite; ora por ella (1 Timoteo 2:1-4; Gálatas 6:2; Efesios 6:18; Santiago 5:14-16; Efesios 1:16; Filemón 1:4; Lucas 22:32). Pero creyente, tú que dices ser seguidor de Jesús, oye lo que te digo: no abraces el pecado, abraza la persona; no apoyes lo que hizo, apóyala en su situación de necesidad; no aplaudas las decisiones que tomó, pero muéstrale que Dios es amoroso, que perdona y que quiere que ella lo conozca.


Nosotros no podemos juzgar a los demás condenándolos (Romanos 8:33-39; Lucas 6:37; Romanos 14:12), en nuestra mente podemos juzgar las acciones de modo que entendamos que son malas y distinguir entre el bien y el mal, lo que es correcto y lo que no (2 Samuel 19:35; Proverbios 27:12; Juan 7:24; Hechos 4:19; 1 Corintios 10:15; ), pero cuando en la palabra del Señor nos dice que no juzguemos a los demás, se habla de un juzgar condenatorio, y nosotros no somos nadie para condenar a los demás (Santiago 4:11-12). Muéstrale a esa mujer que eres un hijo de Dios (Romanos 8:14; Mateo 5:9) y que en ti puede encontrar un amigo, pero en Dios puede encontrar al mejor de los amigos del universo y Él la guiará por el buen camino (Isaías 41:10; 1 Corintios 1:10). Y si conoces a una mujer que quiere abortar (por cualquier razón que sea) no solo le digas, “no abortes”, pregúntale: “¿Cómo te puedo ayudar? Aquí estoy para ti” (Juan 14:16-17; 1 Juan 3:17), eso será más útil para ella que una orden.

 
Quiero que prestes atención a que no favorezco a los creyentes por sobre los no creyentes (Hechos 15:8-9), quiero que presten mucha atención a que no digo que unos sean mejores que otros (Romanos 3:9), por ultimo quiero que prestes atención a que ambos lados tienen cosas que mejorar (Romanos 12:2; Colosenses 3:5-8), por eso: no te compares con otro para recién ahí hacer lo que es correcto (Colosenses 3:9-17), haz lo que debes hacer a pesar de que todos te señalen, te llamen loco y te rechacen (1 Juan 4:5-6; Lucas 10:16; 1 Samuel 16:7). Lo que haces en tu vida no lo haces por los demás, lo haces para agradar a Dios (Romanos 8:8). Si Dios aborrece el asesinato de una nueva vida, entonces no vayas en contra de Él.
 
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"Incluso 
la persona más pequeña 
puede 
cambiar el curso del futuro" 
J.R.R. Tolkien 


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Muchas bendiciones, esperamos que les haya sido de ayuda y hayamos respondido sus dudas, y si creamos nuevas qué bendición, ya que esperamos poder seguir respondiendo muchas otras preguntas. ¡Dios los bendiga!

Por: "Jessica, hija de Dios"
 

Una cosa que se debe señalar y recordar es que nosotros no somos perfectos y por eso es que necesitamos a Jesús, nuestro salvador (Romanos 1...