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¿Tienes problemas financieros? En este estudio bíblico hablaremos un poco sobre cómo el evangelio puede ayudarnos en esto, sobre cómo debemos buscar primero el reino de Dios y su justicia, para poder dejar de pensar en el mañana, preocupados y angustiados, para darnos cuenta que Dios nos dará lo que necesitamos, sólo debemos tener paciencia.
 


No me avergüenzo del evangelio

 
“No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo el que cree; primero al judío y también al griego”
Romanos 1:16 (en Nueva - Reina Valera 2000)
 
La medicina no puede curar, sino al que la toma; por eso, la salvación es para todo el que cree. Así que sólo el que cree se salva y tiene vida eterna.


¿Por qué voy a tener vergüenza del evangelio, si el evangelio es salvación para todo aquel que cree? ¿A qué se refiere Pablo cuando dice que el evangelio es poder? En su idioma original se escribe como dúnamis o dynamis, de aquí viene nuestra palabra “dinamita”.


¿Qué es la dinamita? La dinamita es la que destruye las rocas que aparecen en el camino de los trabajadores que cavan un túnel, por ejemplo. Tal vez esos trabajadores creen/dicen “hasta acá llegamos”, “ya no hay forma de seguir”, más la dinamita sí puede acabar con sus problemas.

El evangelio puede sacarnos de todas esas situaciones que se nos van de las manos. No hay nada que Dios no pueda hacer en nuestras vidas si nos apoderamos del evangelio, pero para que el evangelio funcione debemos recordar que:

1: No debemos avergonzarnos del evangelio.

2: Debemos creer en el evangelio, porque el evangelio es poder de Dios para los que creen.
 


Busca primero el reino de Dios y su justicia

 
“Busca primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”
Mateo 6:25-34 (en Nueva Reina - Valera 2000)
 
Hay aquí un argumento doblemente poderoso para alejar de nosotros la ansiedad y el afán atormentador acerca de las cosas temporales; como sí dijese: “no os afanéis por la vida del cuerpo, porque tienen mayores y mejores cosas por las cuales preocuparse, la vida del espíritu y la eterna bienaventuranza, esto es lo único necesario, en lo que deberían preocupar su pensamiento. Tienen un medio más seguro, fácil y sencillo de obtener las cosas necesarias para esta vida y es buscar primero el reino de Dios”


Nuestro deber es “buscar”, pero si nuestro buscar es sincero, si nuestro proseguir a la meta es sin desmayo, será sin duda algo acepto para Dios, aunque en muchas cosas tropecemos y nos quedemos por debajo del nivel deseado.

Si comenzamos por Dios, comenzamos por el lado correcto en nuestros quehaceres y podemos estar seguros de que en las cosas de esta vida Dios proveerá tanto como nos sea, no solo necesario, sino conveniente y más de lo que podamos desear, pensar y pedir.
 


No vivas pensando en el mañana

 
El día de mañana traerá su propia inquietud, le basta cada día su propio mal. Cada día trae consigo su carga, sus molestias, sus problemas y sus preocupaciones, pero con la providencia de Dios trae también consigo la fuerza, el ánimo y la provisión consiguientes. Deja que el mañana se ocupe del mañana; si el problema y el tormento de hoy se renuevan mañana, también las misericordias de Dios son nuevas cada mañana. Él sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila. Dejemos pues para las fuerzas de mañana el trabajo de mañana y la carga de mañana.

Como alguien ha dicho: “el 90% de nuestros disgustos son mero producto de nuestra imaginación”; lo que el Señor desea es que concentremos nuestras atenciones en el momento presente, a hacer la obra del día a su tiempo y dejar el futuro en las manos de Dios. El día de hoy tiene en sí suficiente que hacer y exige suficiente dedicación para que no dupliquemos nuestra carga anticipando la que vendrá mañana y pidiéndole prestado al día de mañana su propio mal para añadirlo al de hoy.

Es muy de notar que uno de los errores más funestos con los que el enemigo de las almas consigue engañar a los hombres es hacerles vivir en el pasado o en el futuro, de recuerdo o de ilusiones, mientras pierden el aquí y ahora de cada momento, ese aquí y ahora que Dios nos da generosamente para que de él saquemos eterno peso de gloria.
 


Dios te dará lo que necesitas, ten paciencia

 
Los problemas que enfrentamos son resultado de nuestra falta de Dios. Sin Dios estamos vacíos, necesitamos a Dios.

El Señor nos deja muchos consejos en Proverbios (de los cuales haremos más estudios en el futuro), ahora mencionaremos 17 puntos que consideramos importantes para este estudio con nuestras palabras, pero dejaremos los versículos para que puedan buscarlos:
 
1: Honra al Señor con tus riquezas. (Proverbios 3:4-10)

2: No te desvíes del camino, evita andar en malos pasos. (Proverbios 4:27)

3: No seas perezoso, levántate y haz algo. (Proverbios 6:6-11)

4: La sabiduría empieza por honrar al Señor; conocer al santísimo es tener inteligencia. (Proverbios 10:7) 

5: Las riquezas mal habidas no son de provecho; pero la honradez libra de la muerte. (Proverbios 10:2)

6: Poco trabajo, pobreza; mucho trabajo, riqueza. (Proverbios 10:2)

7: No seas codicioso. (Proverbios 11:6)

8: Aumenta tu dinero aprendiendo a ahorrar y no despilfarrar. (Proverbios 13:11)

9: Busca hacer lo bueno. (Proverbios 14:22)

10: Debemos ser pacientes, es muestra de inteligencia. (Proverbios 14:29)

11: Aleja la envidia de tu vida. (Proverbios 14:30)

12: Los planes son del hombre, la palabra final la tiene el Señor. (Proverbios 16:1)

13: Lo que se tiene fácilmente no se aprecia. (Proverbios 20:21)

14: Debemos ser luz. (Proverbios 20:27)

15: No vivas soñando ser rico. (Proverbios 21:6)

16: No te entregues a los placeres. (Proverbios 21:17)

17: Pon tus actos en las manos del Señor y tus planes se realizarán. (Proverbios 16:3)
                                                                                                                                 
Dichas estas cosas, ¿qué estás esperando? Comienza a preguntarte si estás honrando al Señor con las riquezas que él te da, no andes en malos pasos y seguí el camino que él te indica en su palabra, conócelo para ser inteligente. No seas perezoso porque a Dios no le gustan los perezosos, comienza a trabajar para no acabar en la pobreza, pero no te vuelvas codicioso ni ganes tus riquezas de malas maneras. 

Aprende a ahorrar y sé paciente, que lo que no es fácil tiene más valor. Busca hacer lo bueno y aleja la envidia de tu vida, conviértete en la luz del mundo, no pierdas tu tiempo soñando con ser rico y no te entregues a los placeres que te distraen y alejan de Dios. 

¡Y esto es muy importante! Tu crea tus planes, pon tus actos en manos del Señor, recuerda que Él tiene la palabra final. ¡Dios puede solucionar cualquier problema que tengamos, desde financiación, problemas económicos, hasta los problemas amorosos de tu relación! Sigue estos consejos.
 
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No temas cuando se enriquece alguno,
Cuando aumenta la gloria de su casa;
Porque cuando muera no llevará nada,
Ni descenderá tras él su gloria.
Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma,
Y sea loado cuando prospere,
Entrará en la generación de sus padres,
Y nunca más verá la luz.
El hombre que está en honra y no entiende,
Semejante es a las bestias que perecen.
Salmos 49:16-20
 
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Muchas bendiciones, esperamos que les haya sido de ayuda y hayamos respondido sus dudas, y si creamos nuevas qué bendición, ya que esperamos poder seguir respondiendo muchas otras preguntas. ¡Dios los bendiga!

Por "Jessica, hija de Dios"

¿Tienes problemas financieros? En este estudio bíblico hablaremos un poco sobre cómo el evangelio puede ayudarnos en esto, sobre cómo debemo...




¿Cuál es el propósito de tu vida? ¿Alguna vez lo pensaste? Nosotros nacimos para hacer grandes cosas, Dios tiene preparado un futuro en el que Él está a nuestro lado todos los días.

Ya no vivo yo, Cristo vive en mí
 
"He quedado crucificado con Cristo, y ya no es mi 'Yo' el que vive, sino que es Cristo el que vive en mí. Y esta vida mortal que actualmente vivo, la vivo por fe en el hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí".
- Gálatas 2:19-21 (en Comentario Bíblico de Matthew Henry)
 
"Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí".
- Gálatas 2:19-21 (en Biblia Dios Habla Hoy - Tercera edición)
 
Pablo se siente crucificado, muerto, con Cristo, ¡pero vive! El hombre viejo, el "yo" pecador, egoísta, autosuficiente, está legalmente muerto, pero el hombre nuevo, la nueva creación (2 Co. 5:17), vive.

En la medida en que el creyendo está muerto al pecado, en la misma medida está vivo por la gracia. Vive en la carne, pero vive por fe. En cuanto a las apariencias exteriores (lo que se ve), vive y muere con las mismas miserias y enfermedades de los demás seres humanos, pero disfruta de una vida interior en Cristo, de un manantial que brota para vida eterna (Jn. 4:14).
 
Si yo no vivo, yo estoy muerto. ¿Puede un muerto tener un objetivo, un propósito, puede tener algo que alcanzar? No, porque está muerto. Mas vive Cristo en mí, Cristo tiene un objetivo en nuestra vida, Cristo tiene un propósito en nuestra vida.



¿Cuál es el propósito de Jesús en nosotros?
 
"Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el hijo del hombre tiene que ser levantado, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. El que cree en el hijo de Dios no está condenado, pero el que no cree ya ha sido condenado por no creer en el hijo único de Dios".
- Juan 3:14-18 (en Biblia Dios Habla Hoy - Tercera edición)
 
Jesús expresa el gran objetivo que tuvo su venida a este mundo, y la dicha inmensa de cuantos creen en él. Va a exponer en qué consiste la verdadera perdición, tanto como la verdadera salvación y la fe mediante la cual se nos explica la obra de la salvación llevada a cabo en la cruz del calvario; lo hace mediante una ilustración tomada de la historia de Israel: Números 21:4-9

Cristo vino a salvarnos de la misma manera que a los hijos de Israel, que habían sido mordidos por las serpientes venenosas, eran sanado y liberados de la muerte mediante una mirada a la serpiente de bronce. La culpa del pecado es como la mordedura de una serpiente venenosa; el poder corruptor del pecado es ese veneno que se difunde por toda la persona del pecador. 

El hijo del hombre fue levantado como la serpiente de bronce en el desierto. Esta serpiente tenía la misma figura que las serpientes venenosas, pero no tenía veneno. Así pasa con Jesús, quien vino en semejanza de carne de pecado, pero sin pecado. Así como la serpiente de bronce fue izada sobre una asta, así también Jesús fue izado en el madero de la cruz. 

Así como la serpiente, fue puesto para salvarnos. Quienes la reciban por fe, jamás perecerán, pues tendrán vida eterna, es decir, una vida que comienza en el momento en que uno recibe a Cristo y dura por toda la eternidad
(en Comentario bíblico de Matthew Henry)
 
Jesús vino a la tierra para salvarnos, para devolvernos una relación con Dios, para que podamos amarlo a él y verlo, para trasladar ese amor a las demás personas.

Nuestro propósito es salvar al mundo, Dios nos llama a salvar a la gente de una eternidad sin Dios.

Jesús tiene que pertenecernos, su amor tiene que ser real en nosotros, ¿Cómo compartir de Jesús y su amor si no nos pertenece?
 


¿Cómo volvemos a Cristo nuestro?

"Lámpara es a mis pies tu palabra y luz para mi camino"
- Salmos 119:105 

Necesitamos de la palabra de Dios para saber qué decisión tomar, a dónde ir, quienes somos. Debemos volverla carne en nosotros.


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Enciende la lámpara, solo así,
haciendo nuestra su palabra,
volviéndola carne en nosotros,
nos va a pertenecer su palabra.
Y cuando nos pertenezca su palabra
y cuando nos pertenezca él,
vamos a poder compartirla con otros.
Y cuando la compartamos con los demás
ahí vamos a poder cumplir
nuestro propósito.
 
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Muchas bendiciones, esperamos que les haya sido de ayuda y hayamos respondido sus dudas, y si creamos nuevas qué bendición, ya que esperamos poder seguir respondiendo muchas otras preguntas. ¡Dios los bendiga!


Por: "Jessica, hija de Dios"

¿Cuál es el propósito de tu vida? ¿Alguna vez lo pensaste? Nosotros nacimos para hacer grandes cosas, Dios tiene preparado un futuro en el q...