Queremos protegernos resistiéndonos al cambio

mayo 26, 2021 Dios es Amor 0 Comments


Esta vez nos toca analizar un nuevo aspecto en la película “Los croods” (alerta de spoilers).


Nos resistimos al cambio porque creemos que de esa manera nos protegemos

 
La familia de los Croods estaba acostumbrada a vivir en una cueva oscura, a salir de ella solo cuando lo consideraba necesario, como cuando necesitaban cazar. Nosotros solemos vivir así, nos encerramos en cuevas, llenas de todas las cosas que nos hacen sentir seguros, por ejemplo: en algunos casos los jóvenes suelen encerrarse en sus celulares, en redes sociales; otras personas se encierran en vicios como alcohol, las drogas, el cigarrillo; otros literalmente escapan encerrándose en sus habitaciones, saliendo en el auto y andando como locos; también están las personas que buscan protegerse detrás de un montón de cosas y se los considera como compradores compulsivos, etc. Todos estos puntos los simbolizamos como cuevas porque son los lugares donde buscamos escondernos para no salir lastimados, cuando las cosas parecen cambiar o muestran algún peligro para nosotros, recurrimos a estos recursos.



La resistencia al cambio en nosotros es muy común, la mayoría de nosotros odiamos el cambio, esto siempre lleva consigo la intención de protegernos. Hay una parte de nuestro yo que vela por nuestra seguridad y sigue aquello de que “si no te mueves, no te harás daño”. Tener controladas las variables proporciona seguridad. Por esta razón no solo nos encerramos en cuevas, sino que también nos encerramos en costumbres y rutinas. El cambio amenaza contra nuestros niveles de comodidad, dejándonos inseguros y asustados, desafía nuestras expectativas, nuestras costumbres y rutinas, nuestra comprensión del mundo y cómo vivimos en él.

Los Croods tenían una rutina: cuando cazaban siempre lo hacían juntos como familia, pero turnándose siempre en el mismo orden; antes de dormir siempre contaban un cuento que los mantenía en esa rutina y por las noches nunca salían de la cueva, porque eso equivalía a morir. 




A veces las costumbres y rutinas acaban convirtiéndose en nuestras cuevas, porque nosotros tal vez estamos acostumbrados a seguir rutinas que nos alejan de Dios y por eso es que no queremos conocer a Dios, porque no queremos cambiar eso que para nosotros era normal y creaba una sensación de seguridad y estabilidad. Lo mismo le sucede a Grug, él estaba acostumbrado a cazar con “sus músculos”, como él le decía, pero Guy caza con trampas y estrategias; estaba acostumbrado a dormir con toda su familia encima, pero a la mitad de la película cada uno duerme en su propia “cama”; estaba acostumbrado a rechazar todo lo nuevo, pero Guy no deja de demostrar que lo nuevo es mucho mejor que vivir como un cavernícola; estaba acostumbrado a contarle cuentos a su familia que siempre acababan en desgracias, tragedias y muerte, pero Guy contaba cuentos que traían ilusión, esperanza y acababan en finales felices. Grug se muestra muy agresivo hacia todos estos cambios y los rechaza constantemente, porque aceptarlos sería salir de esa cueva, significaría cambiar su manera de vivir y eso era justamente lo que no quería. 


Nosotros hacemos lo mismo, no queremos cambiar nuestra manera de vivir y de ver las cosas, no nos damos cuenta de que aquello que nosotros consideramos que está bien y que nos hace un bien, para Dios a veces es todo lo contrario, así como para Grug estaba bien vivir con las mismas costumbres y encerrarse en la cueva cada vez que se presentaba un peligro, sin darse cuenta que, como dijo Eep en una escena, “todos estaríamos muertos si te hubiésemos escuchado”.




Debemos salir de nuestras cuevas, porque lo que nosotros creemos que nos protege puede estar haciendo exactamente lo contrario y atentar contra nuestra salud, nuestra familia, alejarnos de Dios, y más (Mateo 10:28; Lamentaciones 3:40; 1 Corintios 6:12; Proverbios 14:12; Ezequiel 33:11). No debemos dejarnos gobernar por lo que nos conviene (por todo aquello que nos gusta y no queremos cambiar, como fiestas, dinero, mujeres, hombres, drogas, adicciones, redes sociales, lo que sea que en nosotros represente esas cuevas y barreras que nos separan de Dios), debemos hacer a Jesús el Señor en nuestras vidas, nuestro pastor. 


Si Dios nos guía, nada que Él nos diga nos va a hacer mal (Tito 2:11-12; Hebreos 13:5-6; Salmos 32:8; Salmos 119:105; Deuteronomio 5:33; 2 Pedro 2:20-22; Isaías 53:6). No debemos ser hijos rebeldes como Eep en la escena del agua, cuando su padre le dice que tenga cuidado y ella no lo escucha, pero cuando Guy se lo dice y entonces sí obedece. ¿A quién quieres obedecer, a quien te conviene? Obedecer a Dios es una manera de demostrarle nuestro amor y Dios es quien más nos ama en el mundo, incluso más que nuestros padres, nunca nos dirá algo para hacernos un mal (Proverbios 3:5-6; Gálatas 6:7; Isaías 41:13; 2 Tesalonicenses 3:3). 




Por esta razón debemos salir de esas cuevas y hacer como dice Grug: “¿De qué sirve todo esto? Es para ir tras la luz”. Para nosotros la luz es Jesús y nosotros vivimos para Él y morimos para estar con Él. Aun cuando se produzcan todo tipo de cambios en nuestras vidas hay una cosa que no cambia: Dios es bueno. Él nos ama. Él nos cuidará. Incluso cuando nos sentimos abrumados por todos los cambios de la vida, Dios es constante. Su amor por nosotros nunca cambia (Malaquías 3:6; Hebreos 13:8; Números 23:19; Salmos 102:25-27; Salmos 33:11; 1 Juan 4:15; Job 23:13).


- o - o - o - o - o - o - o - o - o - o - o - o -
 
Y conoceréis la verdad
Y la verdad os hará libres.
Donde está el espíritu del Señor,
Allí hay libertad.
 
- o - o - o - o - o - o - o - o - o - o - o - o -
 

Muchas bendiciones, esperamos que les haya sido de ayuda y hayamos respondido sus dudas, y si creamos nuevas qué bendición, ya que esperamos poder seguir respondiendo muchas otras preguntas. ¡Dios los bendiga!


Por: "Jessica, hija de Dios"

Esta vez nos toca analizar un nuevo aspecto en la película “Los croods” (alerta de spoilers). ✟ Nos resistimos al cambio porque creemos que...